Acción tonta, sin sentido ni beneficio. En sus orígenes era la actitud de quien estaba alelado y descolocado por un hecho, generalmente violento. Nos llega del verbo latino stupeo ("pasmarse, quedar atónito" en principio por un golpe).
"Amargo desencuentro porque ves que es al revés / creíste en la honradez y en la moral, ¡qué estupidez!, / por eso en tu mortal fracaso de vivir, / ni el tiro del final, te va a salir..."