Podemos establecer que es un estado medio entre el deleite y el dolor, y que estos aspectos se dan tanto en el cuerpo como en el alma misma del ser humano. ya que los deleites del cuerpo son superiores a los del ánimo, pero muy inferiores las aflicciones del cuerpo a las del ánimo, por cuya causa son sancionados en él los infractores de las normas. Por lo que se dice que se acomoda más a nuestra naturaleza el delite que el dolor, y por esto mismo tenemos mas cuidado entre uno y otro. De tal manera que si el deleite se enarbola a si mismo, algunas veces nos alejamos de cosas que lo producen, por ser molestas; de manera que "ni el sabio puede vivir siempre en el deleite, ni el ignorante en el dolor", pero ese estado medio entre uno y otro en un dificil contraste produce el restablecimiento de la felicidad como constitutivo.