La frase aparece con las "amas de leche", que se decía que amamantaban con 'buena' o 'mala leche' y eso cambiaba el caracter del bebé. Era dichoso quien tenía "buena leche", porque tener leche también era tener suerte, y era un amargado o desafortunado quien tenía "mala leche". También se refiere a quien tiene mala intención para hacer algo.
"Se me derramó la leche... ¡qué mala leche!."