f. Proceso en el que se introducen en el cuerpo de un animal o de un ser humano microorganismos u otros seres vivos que se multiplican en él y dan lugar a una reacción.
La reacción fruto de una infección puede acompañarse o no de signos externos de enfermedad. La infección se diferencia de la contaminación en que esta última sólo supone la presencia de material infeccioso sin que se produzca ninguna reacción patológica. El organismo vivo tiene una serie de microorganismos que no producen ningún tipo de enfermedad y que resultan necesarios para su correcto funcionamiento (flora saprofita). La infección, por su parte, se ha hecho sinónimo de enfermedad infecciosa. En el contacto entre los microorganismos y el huésped existen una serie de factores que influyen en la capacidad para que se produzca una enfermedad infecciosa; entre éstos destaca el número de gérmenes, la virulencia de los mismos y la resistencia del huésped a la invasión. Los gérmenes poseen una serie de elementos capaces de producir su acción patógena; entre éstos se tiene, por ejemplo, la presencia de cápsula o cápside en algunos microorganismos que dificulta la fagocitosis por parte de las defensas del huésped. Asimismo, ciertos microorganismos segregan productos (exotoxinas o endotoxinas) que impiden la fagocitosis, facilitan la diseminación o son nocivos por sí mismos (hemolisina, toxina tetánica, etc.). La mayor parte de los microbios invaden una localización determinada del organismo, es decir tienen un lugar óptimo donde se desarrollan con más facilidad. Los microorganismos producen una serie de procesos locales en los tejidos donde se multiplican, lo que se manifiesta en forma de inflamación, reacción que se da como respuesta a la lesión y cuya finalidad es detener la invasión de los microorganismos y destruirlos. En el huésped se ponen en marcha una serie de mecanismos defensivos: respuesta humoral productora de anticuerpos y sistema del complemento. La respuesta humoral produce una serie de anticuerpos" o inmunoglobulinas" que desempeñan distintas funciones, como inhibir la adherencia de las bacterias a las células del huésped, neutralizarlas, etc. El sistema complemento está constituido por una serie de proteínas solubles que interactúan de forma secuencial y dan lugar a distintos efectos fisiológicos; por ejemplo, facilitar la opsonificación (v. OPSONINA) de los microorganismos para su posterior ingestión por las células fagocfticas. La infección suele producir asimismo una serie de efectos generales, algunos especfficos de determinadas enfermedades, otros son comunes (fiebre, taquicardia). Los microorganismos tienen una puerta de entrada que puede ser la vía aérea (boca, laringe, faringe, tráquea, etc.), la sangre (a través de una herida, por ejemplo), las mucosas, etc. Dentro del organismo la infección puede quedar localizada o bien diseminarse a través de la sangre o de la circulación linfática. La infección en el hombre puede ser subclínica, es decir no producir ninguna rnanifestación detectable, o bien clínica. Las enfermedades infecciosas pueden ser transmisibles o no transrnisibles. Enfermedad transmisible es aquella en la que el agente causal se transmite de forma directa o indirecta del individuo infectado al individuo sano. En la clínica de la enfermedad infecciosa se pueden definir una serie de etapas o períodos: el de incubación, variable según el agente causal; el de prodromos (sintomas inespecíficos); el de estado, y el de remisión.
PORCENTAJE APROXIMADO DE INCIDENCIA DE LAS INFECCIONES MÁS COMUNES
tipo de Infección y PORCENTAJE
- del aparato urogenital 39%
- vías respiratorias superiores 9%
- vías respiratorias Inferiores 19%
- intestinales 4%
- sistema nervioso central 0,7%
- bacteriemias 0,7%
- otros 37,6%
PORCENTAJE APROXIMADO DE LOS ORGANISMOS PATÓGENOS RESPONSABLES DE LAS INFECCIONES
organismos patógenos
PORCENTAJE
- bacterias 93%
- virus 6%
- hongos 0,7%
- parásitos 0,3%
Estos datos han sido tomados en Estados Unidos, y se refieren a las entermedades adquiridas fuera de los hospitales y tratadas o identificadas en éstos.
- infección focal: aquella que se localiza en una zona desde donde el material infeccioso se extiende a otras partes del cuerpo.
- infección puerperal: la que aparece en el tracto genital femenino después del parto.
La infección puerperal se ve favorecida por el traumatismo de los te· jidos del canal del parto, la hernorragia, la introducción de bacterias durante el parto, etc. Las bacterias patógenas que suelen estar irnplicadas en esta infección son especies de Streptococcus, 8acteroides y Clostridium. La clínica de esta in· fección es fiebre superior a 38 oC durante al menos dos días en los 10 días siguientes al parto, dolor y sensación de escozor al orinar. Esta in· fección puede complicarse con una peritonitis o una tromboflebitis pélvica.