Meretriz, que ofrece su cuerpo para mantener una relación sexual a cambio de dinero. Aunque se puede usar en género masculino, esta palabra tiene casi siempre un uso en femenino. Hay dos historias que cuentan su origen. La real es que viene del latín pro ("delante, a la vista") y sto,statum ("permanecer, hallarse"); 'Pro-sto, stiti' es "exhibir para la venta", que es lo que justamente hacían estas chicas. La otra nos lleva a la antigua Roma y sus campañas militares. Como los soldados pasaban mucho tiempo cabalgando, se quejaban seguido de "dolor de próstata", por lo que cada regimiento llevaba un grupo de expertas masajistas para aliviar su sufrimiento. Si bien la próstata como su nombre lo indica está más bien adelante, para alcanzarla con el dedo es necesario usar la vía rectal; lo que sumado al masaje provocaba un orgasmo en esta manga de romanos pervertidos. 'Prostituta' sería entonces la "masajista de próstata". Que al final termina siendo un servicio sexual.
"Nunca pagué por una prostituta. 3P"