En lunfardo rioplatense es un "niño, jovencito de corta edad". Una teoría sobre el origen está en la voz latina puer, pueris ("niño, infante") + el sufijo diminutivo o despectivo -ete, aunque debió llegar a América a través de una variante en lengua romance.
"Cuantas noches en mi celda, por no llorar me hacía el fuerte, y el retrato del purrete, me arrancaba un lagrimón, aguanté diez años preso, p'abrazar al purretito, debe estar hecho un mocito, todo un hombre como yo. (Raúl Hormaza)"