No es una fobia real, sino una manera de llamar al rechazo de algunas personas hacia productos con aditivos químicos ... aunque sean indispensables en su composición. En los alimentos suele ser consecuencia de campañas publicitarias dirigidas a consumidores verdes, pero en la mayoría de los casos se aprovechan de su ignorancia y fomentan un rechazo injustificado a productos mejorados, como la sal adicionada con yoduro de potasio, o la harina con ácido fólico y hierro. Está formada con las voces de origen griego χυμεια (kimeía "química") + φοβος (fovos "miedo"). Ver ortorexia, paleodieta, ultraprocesado.
"En rigor de verdad, todo es químico, así que la quimiofobia sería un miedo a todo. Esto suele pasar con las palabras mal inventadas."