En mitología es el lugar donde van las almas de los muertos, que está bajo tierra y por eso algunas religiones lo asociaron con el infierno. Como es un sitio oscuro y tenebroso, no hay pajaritos que canten, y los griegos lo llamaban α ορνις (a ornis "sin aves") que los romanos interpretaron como ab ornis y de allí el sustantivo Avernus.
"¡He tomado vuestros nombres como míos! ¡Vivo como las bestias del campo, regocijándome en la vida carnal! ¡Favorezco al justo y maldigo lo podrido! ¡Por todos los Dioses del Averno, ordeno que todo lo que diga suceda!"