Vividor profesional, persona que se aprovecha de la ingenuidad o buena fe ajenas para obtener ventajas. El nombre proviene del personaje de historietas creado en 1946 por el dibujante argentino Lino Palacio y que llegó a tener su propia revista donde mostraba con algo de humor sus distintas maneras de estafar y engañar incautos.
Usado así en Argentina