Término creado por el filósofo Claude Lèvi-Strauss para definir a quien sin conocimientos científicos crea una relación de hechos basada en la observación y la tradición previas. Un caso típico es la mitología, historias recopiladas, versionadas y reproducidas por bricoleurs. Es un término francés, de bricoler ("armar y desarmar, remendar, componer algo improvisando") con origen germánico, donde brechen es "romper". No tiene traducción al español. Ver bricolaje, chapucero.
"Si uno llama bricolaje a la necesidad de tomar prestados los propios conceptos de un texto heredado, que puede ser más o menos coherente o ruinoso, debe decirse que cada discurso es bricoleur."