Versión deformada y festiva de la palabra caliente, en el sentido de "enojado". Fue una expresión infantil para burlarse de quien se enojaba por haber perdido en un desafío o ser víctima de una broma. Para comienzos del siglo XXI ya casi no se usaba en Argentina. Ver chiva.
Usado así en Argentina
"Vos deberías aprender un poquito de Norman y después lavarte la boquita con lavandina ... ¡Chito! ¡Nada, nada! ¡Calenchu, calenchu! (Gastón Cerana)"