Es una inflexión de cancelar en modo imperativo. Puede significar terminar de pagar el saldo de una cuenta (liquidar, saldar) o también puede significar dejar sin efecto en términos legales o jurídicos, abolir, derogar o anular el valor de una cosa. Liquídeme, págueme, sáldeme.
"Pedro, cancéleme por favor el saldo de la venta del carro. Señor, no puedo ir a la cena de hoy, por favor cancéleme la reservación que tenía."