Carlos Mario Zapata Sañudo
breve historia de un programa de fiosofía 160
Entré en el programa de filosofía en el año de mil novecientos noventa y tres, me recibió Belcebú con sus silogismos, fue toda una hazaña recuperarme. Le esperaba para mi el Canciller, este último me introdujo en la lectura del conocimiento objetivo y en las nubes y relojes... Luego apareció una gota de agua de un boxeador callejero el cual nos habló, digo habló porque eramos una legión. El boxeador con su gota de agua, es decir aforismo, dejó entrever a Heráclito o el oscuro, sus criticas literarias eran tema de opinión entre los que se destacaba otro que también recuerdo, me refiero a el fidedigno o el decano. es así como llegó San Agustín y Santo Tomas. Para no olvidar existen los filósofos Nomás u el Cole quienes mutuamente colaboraron en los fundamentos del programa adjunto al desaparecido instituto JEB. Entonces aparecieron los sindicalistas y los reinsertados, las filósofas y os secuestradores de notas... A comienzos de los años cero, el Cole con su discípulo amado Xavier me publicaron la ponencia Nirvana: Reflexionemos entorno al pensamiento de A Schopenhauer y K Cobain, no obstante abandoné mis intereses de graduación con este trabajo como lo expresó el muy atento docente Arnoldo ante Bigote, pero he aqui que tomé un libro cuyas paginas al mejor estilo Voltaire reponen a un nombre: Julio Enrique Blanco.
Usado así en Colombia
"En el cuento de Voltaire Micromegas se hace referencia a un libro cuyas paginas estaban en banco, fue entonces como la real academia de ciencias de París dijo: Ya me lo temía..."
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