Se dice a personas no muy agraciadas físicamente. ¡Es bien dejadito de la mano de Dios, es bastante feo/a!
Abandonado a su suerte. Sin que nadie haga caso. Como si la única solución posible para remediar el abandono fuese una intervención divina. Se aplica más a cosas que a personas.
Persona sin bienes materiales o sin atributos físicos deseables.