Es la afición por los sellos postales, por las estampillas, especialmente en coleccionistas. El nombre tiene alguna licencia, ya que se creó usando voces griegas; pero en la antigua Grecia no existían las estampillas así que su creador Georges Herpin echó mano de lo más parecido que encontró: un impuesto pagado al recibir mercancías llamado τελος (telos "al final, propósito"), pero como en realidad el timbre postal se paga antes del envío, usó la versión negativa y poco ortodoxa ατελια (atelia "no al final") unida a φιλια (filia "amor, inclinación afectiva").
"Estas casas de Sarmiento al mil novecientos, a un paso de Callao pero tan tranquilas de tarde, con sus departamentos altos de ventanas enormes: espléndido para la filatelia, la costura, el amor corriente. (Julio Cortázar)"
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