Podría aceptarse como helenismo, antónimo de filomelo, pero no es palabra RAE. De PHOBOS, miedo, aversión y MELOS, canto, melodía: el que odia la música. ¡Pobre de quien tenga esta desgracia! Hasta Nietzsche, uno de los maestros de la sospecha, defendía que la vida sin música sería un error.
"El fobomelo o quizá mejor melófobo sería digno de compasión."