Forma poética con un texto sin sentido; también puede ser una prosa, cuyos valores están en su armonía, en la combinación estética de sus palabras y su cadencia. El nombre fue tomado por el mexicano Alfonso Reyes de una poesía carente de significado que Mariano Brull enseñó a recitar a sus hijas (1929).
"«¡Jitanjáfora!», decía el Mago Fafa a modo de palabra mágica."