adaptación
adaptación
¿ adaptación a la luz: acomodación del ojo a un aumento de la luz.
¿ adaptación a la oscuridad:
acomodación del ojo a una disminución de la iluminación.
¿ adaptación auditiva: fenómeno mediante el cual el oído acostumbrado a estímulos sonoros leves experimenta una disminución transitoria de la capacidad auditiva.
¿ adaptación sensorial: concepto para designar algunas propiedades que presentan ciertas formaciones terminales del sistema nervioso periférico que sirven para la recepción, transformación y transmisión de los estímulos procedentes del medio ambiente.
¿ adaptación social: conjunto de acciones y reacciones de un individuo con objeto de modificar su comportamiento para adaptarse a las exigencias del medio social en que vive.
adaptación f. Conjunto de alteraciones y modificaciones activas por las que un órgano o un organismo se amolda a un nuevo medio.
¿ adaptación, síndrome general
de: respuesta no específica del organismo para acomodarse a las circunstancias patológicas y muy especialmente a las agresiones tóxicas.
Los centros neurovegetativos y las secreciones infernas, sobre todo la hipofisaria y la suprarrenal, juegan un gran papel en la aparición del síndrome de adaptación. El cuadro puede presentar, según la causa, la intensidad del agente agresor y la susceptibilidad del individuo, todas las apariencias clínicas imaginarias: síntomas digestivos (inapetencia, vómitos, diarrea, etc.); nerviosos (dolor de cabeza, vértigo, temblor, insomnio, astenia, etc.); dérmicos (eccema, eritema, urticaria, etc.); hemáticos (anemia, agra-nulocitosis, etc.); metabólicos (adelgazamiento, hiperglucemia, etc.); circulatorios (taquicardia, síncope, hipere hipotensión, etc.); oculares (conjuntivitis, catarata, etc.); genitales (impotencia, aborto, etc.); respiratorios (bronquitis, asma, etc.); renales (presencia de hemoglobina y de albúmina en la orina, cistitis, etc.); y aumento y disminución de la temperatura corporal. El síndrome de adaptación consecutivo a un stress se presenta, generalmente, en tres etapas: en un primer momento, el individuo suele manifestar taquicardia, hipertensión, temblores y sudoración, síntomas característicos de la llamada «reacción de alarma»; en la segunda fase llamada «de resistencia», suele aparecer un aumento de la cantidad de glucosa en la sangre y de la eliminación de orina y presencia en ésta de albúmina, adelgazamiento, etc.; la fase final es «de agotamiento», que puede conducir a la muerte si el estímulo o acción agresiva persiste y el individuo es incapaz de reaccionar. La reacción frente a cambios ambientales suele ser rápida y eficaz en los individuos extrovertidos y que se adaptan fácilmente al medio en que se encuentran, y lenta y poco eficaz en los esquizoides (introvertidos). La capacidad de adaptación de un sujeto frente a situaciones nuevas o durante el curso de una enfermedad crónica es de suma importancia a la hora de elegir una terapia psiquiátrica adecuada.