adelgazantes
pueden ser de dos tipos: los que aceleran el recambio, estimulando el metabolismo y haciendo que el organismo necesite un mayor aporte de alimentos (si esta necesidad no se satisface, el metabolismo consume primero sus reservas y después los constituyentes de los tejidos, con la consiguiente pérdida de peso), y los que suprimen el apetito, ejerciendo una acción depresora sobre el centro del apetito o bien una acción local sobre los receptores gástricos, lo que inactiva los impulsos causantes de la sensación de hambre (se les llama frenadores del apetito). Unos y otros siempre deben tomarse bajo control médico. Entre estos últimos, son muy utilizados ciertos anorexígenos como la anfetamina, la fenmetracina y otras aminas simpaticomiméticas*, que reducen el apetito, pero cuyos efectos disminuyen al cabo de unas seis semanas; si se aumenta la dosis, sobrevienen molestias secundarias. Estos agentes son peligrosos para los pacientes obesos que padecen del corazón y también porque pueden producir adicción. Como complemento al régimen suele administrarse hormona tiroidea (acelerador del metabolismo basal de acción lenta y persistente), por considerar que los pacien tes obesos presentan una actividad metabólica disminuida y que aquélla lo estimula. Si bien la hormona tiroidea es útil en el tratamiento del obeso afectado de h¡-potiroidismo, en cambio es peligrosa para los pacientes con una función tiroidea normal. Las pérdidas de peso logradas mediante el empleo de diuréticos y laxantes son debidas a la pérdida de líquido y no de tejido adiposo, y por consiguiente no representan ningún éxito terapéutico, salvo en aquellos casos en que se da una retención anormal de fluidos. Por último, existen sustancias que tienen una acción frenadora del apetito de tipo mecánico, siendo farmacológicamente inactivas, tales como preparados a base de celulosa y pectina de origen vegetal, que son indigeribles y no asimilables, pero que satisfacen el apetito, Dícese de los productos farmacéuticos y específicos que se utilizan para adelgazar. Los medicamentos adelgazantes