bigeminismo m. Asociación de dos sístoles, compuesta de la sístole normal (período de contracción cardíaca normal), seguida de una extrasístole (contracción cardíaca prematura) más débil que la sístole precedente, originando lo que se llama pulso bigémino. El bigeminismo extrasistólico no es más que un caso particular de las arritmias* extrasistólicas, debidas a una contracción cardíaca prematura que se experimenta como una sensación de pausa en la contracción, seguida de un latido fuerte. Se trata de un trastorno de la excitabilidad del miocardio (músculo cardíaco), debido a un estímulo que parte de un lugar anormal, es decir, fuera del nodulo sinusal. Este estímulo anormal produce una contracción prematura del ventrículo en el momento en que está aún en diástole (llenándose de sangre); esta contracción incompleta va seguida de una pausa compensadora y de un latido normal. El complejo de la contracción abortada, la pausa y el subsiguiente latido acentuado constituyen el fenómeno que se experimenta como tropiezo del corazón. Por sí solo, el bigeminismo es un fenómeno benigno; no obstante, puede acompañar a casi todas las enfermedades cardíacas. El bigeminismo se puede presentar en la edad involutiva (climaterio*) y en estados de fatiga física o mental; en neuróticos, depresivos, etc.; en las infecciones (pulmonía, gripe, reumatismo, etc.); en intoxicaciones habituales (tabaco, té, café); en ciertas terapias (digital, cloroformo, éter, calcio); en las enfermedades circulatorias (lesiones valvulares, miocarditis, hipertensión), y en las enfermedades digestivas. La terapéutica es fundamentalmente etiológica, tratando la causa desencadenante del bigeminismo; en algunos casos el tratamiento es sintomático, a base de sedantes y otras sustancias. En todos los casos es fundamental el electrocardiograma* para un correcto diagnóstico.