debilidad
La debilidad mental se debe a causas diversas, tales como: lesiones nerviosas (encefalopatías, meningitis, etc.); lesiones endocrinas (cretinismo endémico, infantilismo, mixedema infantil); malformaciones o enfermedades congénitas diversas; obesidad diencefálica; colesterinosis cerebral, defectos o enfermedades visuales o auditivas, etcétera. El débil mental posee iniciativa, aptitudes críticas y afectividad para hacer una vida de relación dentro de ciertos límites normales, aunque estrechos; pero estas facultades se encuentran menguadas, obligándole a ser el último en las distintas formas de concurrencia vital. A menudo, tiene ideas de grandeza, persecutorias, etcétera y puede tener una época de inexplicable auge, hasta que fracasa irremediablemente. No existe tratamiento curativo, pero en muchos casos se consigue la adaptación y el acceso a una autonomía social más o menos completa mediante psicoterapia y socioterapia, ayudada en ocasiones con medicaciones biológicas como el ácido glutámico, la centrofenoxina, el li-depran y la vitamina B.
¿ debilidad motriz o motora: conjunto de trastornos motores que comprende la exageración de los reflejos tendinosos, alteración de los reflejos plantares, sincinesis, tensión excesiva y torpeza constitucional.
¿ debilidad renal: estado congé-nito de los ríñones que predispone a los miembros de ciertas familias a contraer afecciones renales y, en particular, albuminuria*.
debilidad f. Estado de falta de fuerza en el organismo.
¿ debilidad congénita: debilidad de ciertos recién nacidos, especialmente prematuros o que antes de nacer han padecido alguna enfermedad aguda o crónica de la madre.
¿ debilidad constitucional: estado de deficiencia crónica del organismo que proviene de la infancia.
¿ debilidad intelectual: retraso intelectual (o mental) en su grado menos acentuado, que consiste en un déficit adquirido y definitivo de los distintos componentes de la inteligencia.
Actualmente, la utilización de DDT como insecticida se ha reducido mucho debido a sus efectos tóxicos.
La debilidad intelectual es consecuencia de procesos anatómicos y clínicos diversos, tales como: confusión mental que acompaña a algunas enfermedades infecciosas (tifus, encefalitis, etc.); determinadas intoxicaciones (alcoholismo); algunos traumatismos craneales y conmociones cerebrales; estados deficitarios juveniles; esquizofrenia; delirios crónicos; involución senil y demencia orgánica (arte-riosclerosis cerebral). No existe tratamiento curativo de la debilidad intelectual una vez instaurada. La terapéutica más valiosa estriba en la profilaxis de dicha patología durante la evolución o la convalecencia de las psicosis que puedan ocasionarla. Constituyen una ayuda la estricnina, ciertas sustancias psicotrópicas, los analépticos y la electroterapia transce-rebral.
¿ debilidad mental: insuficiencia, generalmente congénita, del psi-quismo en su conjunto y de la inteligencia.