economía
El origen de una ectasis puede ser congénito, como en el megacolon congénito, o adquirido. Este segun-to tipo, más frecuente, puede ser debido a fenómenos inflamatorios de las paredes (como las bronquiec-tasias secundarias a bronquitis), a calcificación de las paredes arteriales (como la ectasia aórtica que se da en la aterosclerosis), o bien a un aumento de presión en el interior de la luz tubular (como sucede en las obstrucciones de salida de las glándulas salivales, en los canalículos biliares, etc.). En ocasiones, no tiene mayor importancia, pero a menudo es aconsejable su reparación por las complicaciones que pueden acaecer. Así, las bronquiec-tasias (dilataciones bronquiales) acumulan mucosidades y constituyen un buen medio para que se desarrollen gérmenes, facilitando las infecciones pulmonares y el desarrollo de más bronquiectasias. Las ectasias vasculares son puntos de debilidad de la pared, que pueden romperse con facilidad, produciéndose hemorragias. En ocasiones, las ectasias reflejan una obstrucción debida a un cálculo o a una tumora-ción. (
economía f. Designación genérica dpi ser funcionalmente organizado.
Se habla de economía refiriéndose al sistema de equilibrio compuesto por una serie de órganos con funciones específicas, que suman su acción a las necesidades del ser del que forman parte, para permitir así su persistencia. Un organismo vivo es un complejo en continua evolución, que no permanece estático. Para mantener su vida necesita de procesos metabólicos que aseguren las funciones que tenga encomendadas. Estos procesos tendrán lugar a distintos niveles según la complejidad del ser en cuestión. El reino animal incluye series de magnitudes variadas: desde los organismos unicelulares, que poseen una economía localizada en los límites de un citoplasma, hasta los mamíferos más complejos ¿el hombre¿, cuya economía asegura incluso la función intelectual. En este último, la economía está constituida por sistemas y aparatos que se integran para hacer eficaz su función: los sistemas circulatorio, musculoesque-lético, nervioso y endocrinológico, y los aparatos respiratorio, digestivo y reproductor. Cada uno de ellos tiene una función que asegura el cometido del hombre vivo. El aparato digestivo se encarga de reponer los almaneces de energía a partir de la alimentación; el aparato reproductor asegura la perpetuación de la especie, etc. Los sistemas se encargan de poner en conexión las distintas funciones y asegurar el equilibrio interno y la relación con el mundo exterior,