escorbuto
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largos viajes por mar durante los ss. XVI y XVII, el escorbuto, enfermedad causada por un déficit de vitamina C, era común entre las tripulaciones.
con dietas caprichosas o restringidas, a alcohólicos crónicos, y en ciertos casos a niños poco atendidos o con retraso mental. El escorbuto en lactantes, conocido por enfermedad de Barlow, se observa en niños alimentados exclusivamente con harinas y leches esterilizadas. El escorbuto puede iniciarse clínicamente con pérdida de peso, dolores musculares y articulares, irritabilidad y laxitud generalizada. Posteriormente se presentarán los cuadros debidos a trastornos de la coagulación y fragilidad capilar, con hemorragias en piel y mucosas, encías, articulaciones, nariz, aparato digestivo, etc. Las encías se hinchan y se vuelven esponjosas, se desmenuzan fácilmente y tienen hemorragias, pudiéndose infectar e incluso producir gangrena; estas alteraciones, que pueden acabar con la caída de los dientes, son debidas a los trastornos óseos que tienen lugar por fallo de depósito de la matriz ósea, y que pueden ocasionar fracturas patológicas en otros huesos.
Otra complicación importante es el fracaso de curación de las heridas, debido al defecto de la síntesis de colágeno, en la que en condiciones normales interviene el ácido ascór-bico. Estos pacientes acaban padeciendo anemia, debida a la pérdida de sangre, sumándose un componente leve de hemolisis (destrucción de hematíes) y, a veces, el defecto de utilización del ácido as-córbico. El diagnóstico se hará con el reconocimiento de la historia clínica y la dosificación de ácido ascórbico en sangre y en orina. Deberá hacerse el diagnóstico diferencial con el síndrome del niño* apaleado, por la semejanza clínica que presentan: heridas, magulladuras, hematomas y fracturas. El tratamiento se hace con administración de grandes dosis de vitamina C, siendo la recuperación espectacularmente rápida, m. Enfermedad debida a la carencia de vitamina C. La vitamina C o ácido ascórbico se encuentra en grandes cantidades en las frutas y verduras, por lo que una dieta que contenga mínimas cantidades de éstas es suficiente para evitar la enfermedad. El escorbuto tuvo gran importancia en la época de los primeros grandes viajes por mar de los ss. xv y xvi, así como en épocas de grandes conflagraciones bélicas en las que se asociaba esta carencia a otras avitaminosis. Hoy en día se observa raramente, afectando, en algunos casos, a ancianos
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