estrógenos m. Hormonas este-roideas cuya misión fundamental es la de asegurar los cambios que acontecen en el ciclo sexual femenino, que hacen posible la liberación del óvulo fértil, su disposición a ser fecundado y el anidamiento del cigoto en el útero. Químicamente, los estrógenos son esteroides (poseen el núcleo ciclo-pentanoperhidrofenantreno). Son secretados principalmente por los ovarios y, de modo accesorio, por las glándulas suprarrenales, la placenta y los testículos. Su secreción está regida por el sistema nervioso, que segrega en la hipófisis la hor-
El estribo es el más pequeño de los huesecillos de la cadena del oído.
mona foliculostimulante* (FSH). Esta hormona estimula la fase inicial de maduración del folículo ovárico, aumentando así la producción de estrógenos que ejercen efectos importantes sobre el desarrollo del útero y sobre los cambios endome-triales (de la membrana mucosa del útero) cíclicos asociados a la ovulación. Son también los responsables de los caracteres sexuales secundarios en la mujer. En la pubertad los niveles de estrógenos en la sangre aumentan notablemente, presentando una periodicidad que constituye uno de los factores determinantes del ciclo sexual. Así, la concentración estrogénica va aumentando progresivamente desde la menstruación hasta la ovulación (día 14 del ciclo) para disminuir en ese momento y volver a aumentar hasta los días 26-27 del ciclo; el rápido descenso que se produce en ese momento, asociado a un descenso similar de los niveles de progesterona, acaba en la menstruación. Esta secuencia va aparejada a los hechos que tienen lugar en el ovario: cuando empieza a madurar el folículo ovárico, que va a eclosionar para liberar el óvulo fértil, van aumentando los niveles de estrógenos; cuando se produce dicha eclosión, descienden momentáneamente, para volver a crecer su concentración con la maduración del cuerpo lúteo. Si se ha producido el embarazo se seguirán sintetizando grandes cantidades de estrógenos, mientras que si no lo hay, el cuerpo lúteo involuciona cesando la secreción estrogénica y produciéndose la descamación endome-trial: la menstruación. La acción estrogénica sobre los tejidos del aparato reproductor es de hiperplasia e hipertrofia de los mismos. Además, los estrógenos poseen una acción metabólica generalizada, que favorece el anabolismo proteico y la retención de agua y sodio. La valoración de los niveles de estrógenos da cuenta de la función ovárica. Para esa valoración se utiliza frecuentemente el estudio del frotis vaginal. Se encuentran concentraciones estrogénicas bajas en niñas prepuberales, en mujeres posmeno-páusicas, tras la castración (eliminación de los ovarios) y en las enfermedades conocidas como hipogo-nadismos femeninos primarios (malformaciones o alteraciones gonada-les, síndrome de Stein-Leventhal) y secundarios de origen hipofisario (defectos de secreción de hormona foliculostimulante) o hipotalámico. Se observan valores altos de estrógenos en el embarazo, en las neo-plasias feminizantes suprarrenales y en ciertos tumores ováricos. En enfermedades hepáticas graves, como la hepatitis crónica y la cirrosis hepática, existe un defecto en la eliminación de los estrógenos, por lo que su nivel se halla elevado. Los