fármaco m. Sustancia destinada, por sus cualidades fisicoquímicas, a combatir un trastorno o una lesión, o a curar una enfermedad. (Sin. medicamento.) Cuando son químicos, los fármacos suelen llamarse drogas ; pero este
La producción de fármacos y su consumo son parte importante de la economía de los países desarrollados.
nombre es incorrecto. La droga es más bien un producto natural, como son el opio y las hojas de digital, en estado seco. Todos los medicamentos en estado puro deben llamarse fármacos, no drogas. La clasificación de los fármacos puede hacerse según su origen, su naturaleza y su constitución; no obstante, actualmente esta clasificación suele hacerse según un criterio fisiopatológico o terapéutico. Los fármacos se administran ya por vía digestiva (oral o rectal), por vía respiratoria (instilaciones, inhalaciones, aerosoles), por vía vaginal (óvulos), o se inyectan por cualquier vía (intracutánea, hipodérmica, intramuscular, intravenosa, intraarte-rial, intraserosa, pleural, peritoneal, etc.); en todos estos casos la administración es interna. Por vía externa o tópica, o sea sobre la piel o mucosas, se aplican pomadas, polvos, soluciones, etc. El aislamiento de los principios activos medicamentosos de las plantas supuso una gran ventaja, pues su manejo en estado más o menos puro permitió una dosificación exacta; además, la utilización del cuerpo puro en soluciones permite la inyección endovenosa en casos de urgencia, lo que no es posible cuando se utiliza la droga. La naturaleza brinda, efectivamente, muchos y muy eficaces medicamentos, y los maravillosos antibióticos son uno de los últimos ejemplos; pero en muchos casos, la química de síntesis no sólo ha logrado reproducir el modelo natural y obtener en la gran mayoría de los casos el fármaco surgido del laboratorio, sino que ha mejorado muchas veces el principio natural, logrando uno menos tóxico o más estable o más activo o más manejable o con facetas terapéuticas complementarias de las que tenía el original. Así pues, la industria química ofrece hoy una amplia gama de fármacos al servicio de la terapéutica, tales como los antibióticos (para combatir enfermedades producidas por bacterias, virus o protozoos), los antisépticos, fármacos que actúan sobre el aparato circulatorio (tónicos, estimulantes, vasoconstrictores, vasodilatadores, anti-histamínicos, etc.), sobre el aparato respiratorio (expectorantes, sedantes de la tos, etc.), sobre el aparato digestivo (antieméticos, purgantes), sobre el sistema nervioso (estimulantes, sedantes, analgésicos, antiespasmódicos), diuréticos y una larga lista cuya clasificación siempre resulta problemática,