f. Empleo terapéutico del agua bajo todas sus formas y a temperaturas variables. La hidroterapia puede aplicarse como balneoterapia (baños fríos, templados, calientes y muy calientes) con inmersión completa o parcial (pediluvios, maniluvios, etc.) o bien con fomentos, aplicaciones de paños húmedos o lavados con esponja, abluciones, duchas, etc. Otras formas de hidroterapia son los lavados de la cavidad bucal con chorros calientes a presión, las irrigaciones de los senos nasales, las irrigaciones rectales, los enemas o lavativas, los baños intestinales o lavado del intestino grueso, etc. También se utilizan las duchas con aparatos vaporizadores y por aerosol. Las aguas terapéuticas pueden clasificarse en base al residuo seco que depositan a 180 oc, dividiéndose en oligominerales, mediominerales y minerales; la acción varía de acuerdo con la composición de los solutos. (V. AGUA MINERAL.)
Dentro de la hidroterapia, el hidromasaje mediante chorros de agua es una técnica muy utilizada.