f. Nombre dado a un conjunto de accidentes producidos por la acción prolongada de la irradiación solar.
Los síntomas locales son del tipo de las quemaduras, que pueden ser de grado muy diverso. Los síntomas generales suelen ser: dolor de cabeza, vértigos, excitación nerviosa, fiebre (hipertermia) y, en casos graves, delirio y estado de coma. Puede manifestarse en diversas formas (meningítica, sincopal, etc.). No solamente los rayos solares pueden ser causa del síndrome de insolación, sino también ambientes de mucho calor (v. GOLPE DE CALOR). La hipertermia de la insolación o el acaloramiento (por ejemplo, en los fogoneros) puede alcanzar grados elevadísimos; aparece bruscamente, a veces algún tiempo (varias horas) después de haber cesado la acción del solo del calor, cuando el enfermo está, quizá, tranquilamente dormido en su cama. La intensidad de la hipertermia es, en estos casos, de gran valor pronóstico. La reposición del enfermo puede ser lentísima, persistiendo largo tiempo un estado de obnubilación crepuscular, pulso lento, etc. El tratamiento es sintomático.