f. Proliferación anormal de células de un tejido con pérdida del control de los mecanismos que regulan su reproducción, de manera que se forma una masa con crecimiento autónomo, que carece de finalidad y resulta perniciosa para los tejidos del huésped (sujeto enfermo).
Las neoplasias se distinguen de otros crecimientos tisulares exagerados (hiperplasias* e hipertrofias") en que sus células pierden la estructura y la función del tejido del que derivan yen el que están insertas, asumiendo autonomía nutricia y, a veces, funcional. Esta individualidad hace que las células neoplásicas se reproduzcan invadiendo e infiltrando los tejidos situados a su alrededor o, por lo menos, comprimiéndolos, y también que se extiendan por vía linfática o sanguínea hacia zonas del cuerpo alejadas (metástasis). De la capacidad invasiva, infi Itrativa y metastásica se extrae el concepto de malignidad de las neoplasias. En el estudio histológico, se reconocen características morfológicas en las células neoplásicas que las distinguen de las células normales: las atipias. Así, suele estar alterada la proporción núcleocitaplasmática, con un núcleo aumentado de tamaño, irregular, polimorfo, con varios nucléolos y que se encuentra con frecuencia en división (mitosis). Son calificadas de benignas las neoplasias que experimentan un crecimiento lento, dan lugar a tumoraciones bien delimitadas, a menudo encapsuladas, de células semejantes a las del tejido original, en las que se observan pocas mitosis y que no producen invasión a distancia. En contraposición, se llaman malignas aquellas proliferaciones de crecimiento rápido, mal delimitadas y sin cápsula, que infiltran los tejidos vecinos y cuyas células son muy atípicas, con gran desproporción n úcleocítoplasmátlca y con un elevado número de mitosis; suelen presentar áreas de necrosis y hemorragias debido a la infiltración vascular que producen y dan lugar con frecuencia a metástasis a distancia. La causa precisa del desarrollo de neoplasias no está aclarada en absoluto en la actualidad, pero sí es conocida la influencia de numerosos factores sobre su aparición: factores endógenos, como defectos inmunitarios que hacen que el organismo sea incapaz de detectar y destruir células anómalas, y múltiples factores exógenos, como virus, productos químicos carcinogénicos, radiaciones ionizantes (por ejemplo, de explosiones atómicas, que se relacionan con cáncer de piel y leucemias) y la radiación solar (las zonas muy expuestas al sol pueden sufrir neoplasias cutáneas, como, por ejemplo, melanomas). Según el tejido en el que se originan, las neoplasias se clasifican en epiteliales, mesenquimales, mixtas y embrionarias. Las neoplasias o tumores mixtos están compuestos por varios tipos celulares procedentes de una misma capa germinal, mientras que las neoplasias embrionarias derivan de distintas capas germinativas. Son neoplasias epiteliales los papilomas, carcinomas, adenomas y adenocarcinomas; en esta clasificación, los que llevan simplemente la terminación -orna son benignos, mientras que los que tienen el sufijo -carcinoma son los considerados malignos. Los tumores malignos de origen mesenquimal (neoplasias mesenquimales) se nombran con el sufijo -sarcoma, excepto los de tejidos hematopoyético y linfoide (leucernias y linfomas). Mientras que los fibromas, lipomas, condromas, osteomas, rabdomiomas, hemangiomas, etc. son tumores mesenquimales benignos. Por último, los fibrosarcomas, liposarcomas, etc., son tumores malignos originarios de tejidos fibroso, adiposo, etc. El tratamiento de las neoplasias es uno de los campos más intensamente estudiados hoy en día. Se basa en tres técnicas que varían según el tipo de neoplasias y que son: la cirugía, la radioterapia y la poliquimioterapia. Las tres están en continua evolución, especialmente las dos últimas, y sus indicaciones en cada caso están sometidas a constantes revisiones. El mayor problema de los antineoplásicos es la gran cantidad de efectos indeseables que produce su administración; sin embargo su uso ha conducido a la curación de gran número de neoplasias y, cuando menos, al alivio de otras muchas.
A la izquierda, corte histológico de un tejido normal. A la derecha, el mismo tejido afectado de una neoplasia que lo altera y modifica.