La ouija era la versión comercial de un juego aparecido durante la moda del espiritismo a finales del siglo XIX que supuestamente permitía comunicarse con espíritus o fantasmas de personas ya fallecidas. Es una tabla con palabras escritas (Sí, No, Hola, Adiós), números dígitos y un alfabeto, además de la un puntero que los jugadores -a modo de médium- mueven para señalarlos según el deseo de un ente sobrenatural invocado para formar un mensaje. El nombre es la combinación de las palabras oui (sí afirmativo en francés) + ja (también la afirmación, pero en alemán), y se pronuncia 'uiyá' aunque en castellano se suele decir transliterada tal cual. Y para complicar más las cosas, tiene su propia versión en nuestro idioma como güija.
"La uija fue relanzada como producto en la década de 1960, con campañas que ya la asociaban al cine y literatura de terror, incluyendo a brujas y demonios además de personas fallecidas."