parar las orejas 122
Escuchar detenida y atentamente, y a veces con disimulo lo que hablan otras personas. El origen de esta expresión está en el reino animal, concretamente en el hecho de que el burro y otros cuadrúpedos como el toro y el caballo, levantan las orejas cuando observan algo, para escuchar e identificar un potencial peligro.