paízo 28
Corona de paja de centeno adornada con nudos externos que sirve o servía de asiento para las calderas de cobre con base redonda en las cocinas alistanas de mi tierra. En estas calderas que colgaban de las llares se cocía la comida de los cerdos, se calentaba agua, se deshacía la manteca, se cocían las morcillas y mi tío Tomas derretía la miel para quitarle la cera con una espumadera. Ya no hay paízos en las cocinas alistanas. Mi vecina Aurora me ha enseñado a hacerlos este verano. Hay que poner en remojo la paja de centeno durante toda la noche.
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