Es una locución para "dar vueltas innecesarias sobre el mismo asunto, exagerar en la ejecución de una tarea que en verdad ya se completó".
"Para rizar el rizo, en 1905, el peluquero alemán Karl Nessler inventó la permanente. Los experimentos habían estado a punto de incinerar la cabeza de su mujer, abnegada mártir de la Ciencia,... (Eduardo Galeano)"