La buena fe es la conciencia de haber hecho algo, lo que fuere, con medios legítimos, con la mejor de las voluntades y sin la intención de perjudicar a alguien. Es actuar de frente, sin vueltas ni atajos, directamente y con el convencimiento de estar haciéndolo bien.
¿Cuál sería la diferencia entre buena y mala fe? La respuesta es sumamente sencilla, obrar de buena fe es actuar con ética y responsabilidad, de acuerdo con las reglas y buscando una facilidad y beneficio mutuo. Proceder de mala fe es operar con una intención escondida, generalmente mala, valiéndose de la mentira y de las falsas apariencias.
Tener mala fe es ocultarse cuando hay que dar la cara, y tener buena fe es, por lo consiguiente, dar la cara aun cuando la prudencia sugiere que es mejor esconderse.