Nombre propio no muy frecuente en la actualidad, derivado del latín: caelum caeli: cielo y donum doni: don, regalo: regalo del cielo: Este nombre existe en Aliste, como otros antiguos, porque el cura, al bautizar a los niños, recomendaba los nombres del santoral cristiano, por esto entre las personas mayores existen nombres tales como Ambrosio, Máximo, Dionisio, Demetrio, Atanasio, Cipriano, Eulalia, Zósimo, Feliciano, Urbano, Eleuterio... Nombres muy alejados de las modas superficiales de la actualidad.